Si planificamos el merecidoviaje con la idea de "desconectar",  inevitablemente tenemos que considerar que antes, arrastramos el cansancio acumulado de meses de trabajo +  cansancio mental añadido por los preparativos del viaje + la agonia de la espera + la presión por dejar asuntos profesionales, académicos etc. en orden + la presión de dotarse de recursos económicos para durante y después del viaje..... Estamos irritables, insomnes, apáticos e incluso deprimidos antes de las vacaciones y muy amenudo y soprprendentemente también después. Ya de regreso a casa, nos sentimos nuevamente estresados. Los asuntos que aplazamos por enésima vez, cuestiones que están en la base de.
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