Déficits por vergüenza. I déficit social.

“ni bajo las sábanas estoy seguro”

Los déficits más habituales por vergüenza afectan la vida del individuo en el ámbito social, el profesional y el sentimental.

En lo social la vivencia de vergüenza puede llegar a producir tal malestar que la persona evitará conocer gente nueva, no participará en entidades o asociaciones, culturales, deportivas, artísticas etc y se moverá en un círculo de personas muy reducido sintiendo, como falla de su personalidad,  la incapacidad  de ampliar este círculo, aumentando por tanto la vivencia de inadecuación y rechazo.

Las sensaciones físicas de rubor facial, sudor en manos y rostro, tartamudeo, palpitaciones etc. contribuyen aún más a reforzar la autoimagen negativa que tienen estos individuos de sí mismos.
Suelen ser personas personas con una elevada conciencia autocrítica; se cuestionan todo lo que han dicho o hecho, y eso les produce  tal angustia que sufren espisodios de elevada ansiedad que pueden llegar a desencadenar una fóbia.
Por tanto evitan realcionarse socialmente e incluso pueden llegar a aislarse y encerrarse en sí mismos de tal modo que van fomentando la creencia que sólo estan a salvo a solas.
El déficit o empobrecimiento social es motivo de búsqueda de ayuda profesional.

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